miércoles, 23 de febrero de 2011

Pequeño transtorno bipolar.

Me gusta estar a su lado, respirar su olor, rozar su brazo. Podría pasarme días así, mirándole... su piel morena, su nariz recta, sus manos, ese mechón de pelo que en ocasiones le cae por el ojo derecho. Y para cuando me quiero dar cuenta, él también me está mirándome a mí... con esa sonrisa perfecta de oreja a oreja... entonces hago un gesto y él lo imita, sin borrar su sonrisa de la cara. Esa sonrisa en los labios, tan increíblemente dulce y tranquila. Entonces pienso, y me doy cuenta de que tengo toda una vida por delante con él... o si no aprobecho las oportunidades, sin él.

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