-¿Y él? ¿Cómo qué ‘y él’?
+ Dímelo tú.
- ¿Yo?
+Sí.
- Yo ya no puedo más, estoy harta. Harta de sentirme culpable, y de que me mires así.
+ ¿Así como?
- Así, como me estás mirando ahora. No sé, como con rabia y desconfianza. Ya no me cuentas nada, no confías en mí, reconócelo.
+Tienes razón, te lo tenía que haber contado, lo que pasa que...verás…
- Déjalo. Mejor no me cuentes nada, no quiero saberlo, ya no.
+ ¿Ya? ¿Cómo que ya?
- Hace tiempo que esto no funciona.
+ Ya lo sé. Desde que llegó el otro chico más o menos, ¿no?
- Lo siento... lo siento de verdad, pero yo no puedo seguir engañándome, no puedo. Y tú no te mereces esto.
+ No me vuelvas a hablar así, no vuelvas a tocarme así… y no llores, no tienes derecho a llorar ahora.
- Oye, que no estemos juntos no significa…
+¿Qué? ¿¡Eh!? ¿¡Qué coño significa!?
-Que yo te quiero mucho, y eso no va a cambiar nunca, al menos para mí. Yo quiero que nuestra amistad siga adelante.
+ Pero no todo se centra en lo que tú quieres. También estoy yo. Y creo que lo mejor es que no volvamos a mirarnos, ni a hablarnos como si nada.
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